El último beso

Por que duele tanto

el hecho de olvidarte

por que daña mi alma

cada día que pasa

desde que tu no estas,

Tengo grabado a fuego

mis ultimas palabras

la que tanta pena te originó.

Y que a la tumba

yo me llevaré

pues eres la mujer que más amé.

No, no tengo vergüenza a decir

que fuiste por la que mas lágrimas

derrame y sigo derramando.

No se donde estas

ni si te volveré a ver

pero algo te puedo prometer

que cada paso que dé

siempre presente te tendré,

a la espera del momento

de darte por fin ese ultimo beso,

que el destino nos negó

por que la muerte

de mi lado te arrebató

Tormento..

Tormento me da tus ausencias,

tormentos me ocasionan tu recuerdo,

recuerdos que en mi mente reviven

el aroma de tus cabellos,

el erizar de mis vellos

cuando nuestra piel

en simbiosis se encontraban,

donde no existíamos tu y yo,

enlazados formábamos un solo ser.

Ahora en la penumbra

de un viejo candil,

vivo atormentado por saber

que te perdí y jamas

volveremos a ser la unidad,

donde la complicidad

era nuestro estandarte,

la que daba sentido

a nuestras vidas

pues tu eras para mi

como yo era para ti,

entregados sin condiciones

a las vivencias del amor.

Tormento padezco

por que ya no te tendré,

pues sin ti sin duda

al acabóse destinado estoy

ya que la vida sin ti,

la vida a la que aspiro

jamas obtendré,

pues sin ti una vida

yo me niego a vivir

Sigo esperandote

Aún me sigo preguntando,
por que vivo en esta sin razón
por que vivo impregnado de un amor
que aún no se concibió,
Por que vivo martirizado
por un anhelo incoherente
pues a ti amor no te conocí
y aún así te padezco en silencio
en la eternidad de mis insomnios,
en la penumbra de mis noches
iluminadas por una tenue luz
donde mi imaginación hecha a volar
cuando estos versos vienen hacia mi,
para que pueda dar fe de ellas,
aquí escribo estas palabras,
con el único afán de dejar testimonio
que una vez más, amor mio,
de que una noche mas,
te sigo esperando,
sin caer en la resignación
de que tan solo es una necesidad
que mi alma se angustia por poder saciar