Tu,
aquella cuya impronta
a
fuego grabó en mi corazón,
la
culpable de mis lágrimas
cuando
canciones y versos
llenos
de desolación
avivan
los viejos rescoldos
que
creí olvidados y apagados.
Hoy
se volvieron presentes
momentos
ya vividos
lamentándome
quizás
de
las oportunidades perdidas
al
abrazar una ilusión infundada,
donde
todo era falsedad
y
ansias de felicidad
vendidas
al peor postor.
Ya
me di cuenta del motivo
de
mi tristeza,
por
ello ya no debo pasar pagina
de
un libro descatalogado,
es
hora de comenzar un nuevo libro,
cual
narrativa haga cambiar
los
viejos pasajes, de esta,
mi
bibliografía.
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